Desde un video en Tik Tok, Instagram o YouTube hasta una saga para cine, pasando por anuncios publicitarios, series de televisión, cortometrajes y largometrajes, entre otras producciones audiovisuales. Todas requieren, en mayor o menor medida, de una serie de contratos entre las personas empresas e instituciones participantes: talentos, autores, creativos, productores, estudios, técnicos, asistentes, agentes, managers, inversionistas, sociedades de gestión colectiva y otros proveedores de servicios.

Qué incluyen los contratos:

  • Licenciamiento o cesión de derechos.

    • Intelectuales:

      • Derechos de de autor.

      • Derechos conexos.

      • Marcas.

    • Derechos de la personalidad: imagen, voz, nombre.

  • Servicios de producción.

  • Control sobre elementos económicos y creativos.

  • Financiamiento.

  • Distribución.

  • Créditos.

  • Exclusividad.

  • Confidencialidad, Trade-secret.

  • Duración y extensiones.

  • Definición de los servicios y condiciones para su prestación.

  • Distribución de ganancias y pérdidas, royalties, fees, per diems y otros pagos.

  • Modalidades de explotación:

    • Cine.

    • Tv.

    • Video juegos.

    • Digital / Internet:

      • Streaming.

      • Downloads.

      • Uploads.

      • Ventas electrónicas-

  • Formatos y “devices”.

  • Soundtrack y posibilidades de comercialización independiente.

  • Merchandising (franelas, posters, juguetes, etc).

  • Secuelas, precuelas, remakes, spinoffs, etc.

Otros Servicios

  • Permisologías uso de locaciones y otros espacios.

  • Alquiler locaciones.

  • Alquiler equipos y materiales.

  • Registro de marcas: 

    • Títulos: films, series, documentales, cortos, largometrajes, etc.

    • Nombres y seudónimos de talentos.

    • Nombres y seudónimos de personajes

    • Personajes como tales.


Tiempos Modernos, Charles Chaplin, 1936.

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